Ya no consigo fuerzas para luchar contra la tristeza.
La nostalgia,
o la melancolía.
Solo me dejó absorber día a día
en mi fría y grande cama
cubriéndome con sus sábanas completas de dolor
y sus almohadas llenas de remordimiento.
Tirándome a descansar en un sueño,
que desearía que fuese eterno.
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